El Extranjero

El porqué del tiempo, queda indefinido cuando somos atemporales y sin dimensión.

Momo

- ¿A dónde vas? - Le preguntó a Casiopea. - Al futuro, a encontrarte...

Los Distorsionadores

Requería, quizás, una pluma feroz y viva. Jugar con lealtades absolutas, insultos prestos, ingenio y viveza en el resultado de su ataque a otros...

El amor y el pacto

El monstruo dormía latente mientras no mirara la luna. Hubo un pacto silencioso de los números. No le dijiste a qué se debía. Era un susurro...

Cómo jugamos en este blog

Las reglas de este juego no pueden ser más simples: queremos seres pensantes, propios, de inteligencia viva que sepan aportarnos su personal punto de vista.

LOS LIBERATI- el principio

Hace varios años tuve la fortuna de coincidir con Yamile Vaena en la FIL Guadalajara durante una de las presentaciones. Recuerdo bien el momento pero nunca se llegaron a cruzar nuestros caminos y fue lo mejor que nos pudo haber pasado. No lo sabíamos entonces, pero nos tocaría crear algo profundo y duradero llamado amistad. La FIL 2014 fue nuestro marco y recurrencia constante y desde entonces nos mantuvo jugando al gato y al ratón hasta que un día finalmente tengamos la fortuna de darnos ese largo abrazo que tanto hemos postergado.
LOS LIBERATI es la ocasión de una nueva coincidencia. Y me agrada, porque dentro del marco de confianza tengo la oportunidad de sumergirme en la mente creativa de una autora que ya cuenta con éxitos reconocidos a nivel de best seller en amazon.com como su novela más vendida, DESDE SUS TRAZOS ROJOS.
 Sin más preámbulos, comenzamos.
 Si usted es el tipo de lector que se pregunta qué pasará con nuestro planeta a medida que lo vemos morir lentamente, LOS LIBERATI le resultará interesante y atractiva.
La búsqueda de respuestas en el centro de la confusión de un acontecimiento único en la vida de la humanidad, lleva a Mateo a la necesidad instintiva de supervivencia. Siempre apoyado por un misterioso libro que pareciera un manual codificado con las claves para sobrevivir exactamente por lo que el mundo atraviesa en estos momentos.

¿Y si un día no acabamos con el planeta, y es el planeta mismo quien decide librarse de nosotros?


Una novela de ciencia ficción con teorías interesantes de lo que podría sucedernos en este siglo (o futuros) que te deja pensando que tal vez existe un libro llamado “La Gran Bola Roja” que tiene las claves para sobrevivir un salto evolutivo de acontecimientos inimaginables, algo que definitivamente todos querríamos tener en nuestras manos para asegurar nuestra supervivencia evolutiva.

La historia se centra en cuatro personajes principales que se van entremezclando entre sí a medida que avanza la novela. En algún punto, en medio de todos los cambios que aparecieron de pronto en nuestro planeta, se encuentra una gran bola roja de un material desconocido que pareciera ser la respuesta de todo lo que sucede. No solo te plantea más preguntas sino hay que llegar a ella si queremos descubrir qué está pasando y cómo encajamos nosotros en este nuevo orden mundial.

¿Mateo se estará volviendo loco? O Clara sí existe en el plano físico y para probar que en medio de su locura el amor que siente es real, es preciso encontrarla.

¿Cómo encaja James en toda esta historia? Su novela es aterradoramente exacta como para pensar que solo se trata de ciencia ficción y su autor escribió al azar algo que jamás imaginamos que sucedería.

¿Quién o quiénes están detrás del Doctor Amanto que parece ir un paso más adelante que todos y acaso no merece la humanidad una segunda oportunidad de comenzar de nuevo?

Tenemos ante nosotros una novela que lo lleva a replantearse teorías que parecieran descabelladas pero probables. Compartimos el lugar con un planeta vivo, que como cualquiera de nosotros también se puede llegar a cansar de nosotros y nuestra falta de responsabilidad hacia su entorno y echarnos fuera de él de forma instintiva para sobrevivir.

Con entusiasmo pude notar que es una de las novelas que llegó a primer lugar en amazon.com en muy corto tiempo.
Una vez que la leí, entendí el por qué. Su autora enfrentó un nuevo reto, superar su novela más vendida y a la vez, atrapar nuevamente al lector con una historia diferente, dinámica y muy creativa. Una dolorosa evolución como ella misma menciona en entrevista pero necesaria para seguir creciendo en este mundo literario sin perder el rumbo ni el piso.

¿Veremos más secuelas de LOS LIBERATI?


 Lo que sí sabemos es que tiene infinitas posibilidades de explorar el tema con nuevos protagonistas e historias paralelas que pueden convertirse tarde o temprano en secuelas de una saga muy interesante.


Fue un placer reseñar una vez más y descubrir que por historias como estas, amo mi trabajo. Ojalá se den la oportunidad de conocer la novela a fondo y al igual que yo, cerrar el último capítulo con una sonrisa y algunas respuestas en la boca.


Silvia Carbonell L.

Panorámicas


La última vez que estuve aquí, fue hasta arriba de la pirámide. Me habían invocado sin saberlo. Ya nadie sabe nada estos días. Tienen en la punta de los dedos todo el conocimiento e ignorancia de la humanidad, ¿y qué hacen con ello? ¡Memes! ¡Guerras! ¡Porno!
No soy un Dios anticuado. Lo entiendo. Los humanos siempre han querido parecerse a nosotros. Son como el chiquillo que compra dulces en la tiendita de al lado de su casa. Sueña con tener toda la caja de esos caramelos rojos deliciosos que tanto ambiciona, y piensa que su felicidad sería completa si la tuviera y pudiera disponer de ella a su antojo. Envidia al dueño de “la tiendita”, sin comprender que es un viejo cansado que tiene que administrar sus pocos centavos para medio sobrevivir con la venta de su comida chatarra, y claro, no puede darse el lujo de comer los deliciosos dulces, porque tiene diabetes y ya no tiene dientes fuertes, acabaría en coma y chimuelo.
El niño (la humanidad), tiene ambiciones poco realistas de lo que es tener el “poder absoluto” sobre los dulces. Y sueña con ser el  Dios de los caramelos. La tecnología es un buen intento de lograrlo. La genética, los experimentos donde manipula la vida, crea especies o aplasta otras… Inventa plagas y cepas mortales, que claro, como mis plagas y cepas mortíferas, se salen de control. Lo curioso es que no somos tan diferentes. Queremos ser universales, sin género, fundirnos en nuestros deseos, con el poder suficiente como para que las consecuencias de nuestros actos no sean terroríficas. Así, que los entiendo. Quieren ser dioses, como yo. No saben lo que hacen, pero así fueron hechos, con este vehemente deseo de saber, de transformar, de entender, de dominar. El cerebro humano es uno de los más deliciosos caramelos creados.
Las redes, el internet, la asombrosa tecnología de hoy, los acerca a esa ilusión de ser el viejo tendero de azúcar en la sangre, dientes picados y soledad extrema. Ser Dios omnipresente no es tan divertido como suena. Así que… decidí irme un tiempo. Y dejarlos ser. Construyeron otra iglesia arriba de la pirámide. Es una lástima.  Cambian el nombre de sus deidades, sus ritos y lugares y maneras de sacrificios, y siguen sin comprender que eso no hace ninguna diferencia. Su mente de niño aún no distingue que el mismo daño le hace a tus dientes el chocolate negro que el caramelo rojo.
Así que me fui, pero hasta a un viejo Dios lo arrastran de regreso ciertos espectáculos. Y nadie le puede negar las panorámicas del eclipse que sucederá en unos días. Son de esas maravillas que uno crea para confundir a sus creaciones. La oscuridad absoluta en pleno día.
Los niños de los dulces ya pusieron el escenario. El país poderoso UNO gobernado por el niño caprichoso, amenazó al país poderoso DOS gobernado por el payaso naranja gordo y éste le sacó la lengua. No tardarán en apretar el botón del caramelo rojo y entonces, miraré curioso desde aquí el eclipse y oscuridad total de la humanidad.