Calaverita para el Caballero de las Arenas:



Seco quedó después de la tormenta, inválido su corazón, 

arrobado en nombres ajenos y fantasías al por mayor.

Entre hadas y fantasmas sueña, en aquellos tiempos de gloria,
 donde al no mentir ganaba, y era real toda su historia.

Al amor eterno convocó, 
sin poder darle la espalda, 
hasta que el tsunami su vida invadió,
 y la muerte vino a sus faldas.

Relájate, dijo la Parca, que con tuiter y la Polaca, 
a España enderezaremos, y siempre existirán otras hadas.

La flaca miró tajante, al caballero y  mandó su condena:

 Más siempre tus fantasías, 
ensueños simples y fatuos, 
vestirán nuevos romances.
sin gloria, ni canto.

Y así termina la historia, del valiente caballero, 
que por no saber ser sincero, el amor eterno perdió.

 ¡Pero cómo se divirtió!