La confesión de culpa, solo puede volar lejos de quien la revela.
Dibujar una mirada eterna es un pecado mortal, en el reflejo de un olvido.
Y así es como comienza todo.
El personaje se apodera, de quien le da la vida a través de la mirada de ella, de solo una ella, que lee…
El tiempo impone la historia de amor, en la recreación de reflejos, y la de odio, en la espera de la caricia del sonido de un leve trazo.
El purgatorio, sería el mayor de los infiernos, no atender un recuerdo libre, toda una condena mucho más que divina.
Retazos de un tiempo, que demandan sus angustias y sus sueños, como un regalo envenenado de un destino elegido.
Y al Final vivir en sus letras, de cada latido el más sutil,
les une para seguir… y vivir…seguir viviendo.
Esperando que el personaje escriba su propia historia.
(JUEGO DE TUITS, continuación de la historia "TE CONTARÉ 1 y 2"
por @prosetica)