Escasas palabras sobran para describir esa historia que
dibujamos juntos… las imágenes difusas
se van perdiendo en aquel lienzo que se conserva intacto en el diván del ayer,
por las noches las tormentas temporales suelen intentar darle vida nuevamente
pues se resiste a permanecer olvidado, abandonado a la quietud donde nadie ha
sabido plasmar aquellas historias entrelazadas…
El viento se fuga cual preso sentenciado y logra dar con él,
su suave presencia lo hace levitar y le da soplos de vida, parece que despierta
pues aquellas imágenes intentan nuevamente volverse realidad, desean salir de
su cautiverio, cambian su quietud por unas delirantes caricias que lo hacen
ondear, y con ello el vano intento de acercarse su amante, a los pinceles, a la
paleta de colores más vivos y brillantes que nunca… pero no le alcanza…
Así en reposo ve sus amaneceres, disfruta su sol, el
atardecer, y abre su textura para esperar en silencio nuevas pinceladas que le
devuelvan su esencia… la esencia de su ser.
O. Áhyos