Hoy domingo 10 de
junio, se celebrará el Segundo Debate entre los candidatos a la presidencia de
México, apenas a un mes y cinco días del primero celebrado el 5 de mayo, y a
pesar de la proximidad entre estas dos fechas, las diferencias entre ambos
debates se antojan enormes: En cuanto al formato, para evitar el “Factor
Distracción” se le ha prohibido el acceso al recinto a Julia Orayen quien fuera
la edecán del primero y para evitar sorpresas el escenario del encuentro será
en el “Club de Tobi” , pues con la excepción de Josefina Vázquez Mota, brillará
por su ausencia el sector femenino, y por otra parte el formato del debate
cambió, ahora será conforme al modelo “chileno”, donde los candidatos podrán
realmente debatir y proponer, cosa que ya veremos.
Pero las mayores diferencias no están en el formato, sino
en el fondo, pues los cuatro candidatos llegarán a esta cita con preocupaciones
muy distintas a las que tenían antes del primer encuentro. Para Gabriel Quadri,
el triunfador más claro de la primera versión el escenario será diferente, pues
en aquella ocasión los restantes candidatos hicieron caso omiso de él y al
ignorarlo, le permitieron repartir artillería contra sus contrincantes López
obrador y Josefina Vázquez Mota, sin que ninguno de estos le contestara, ahora
eso será diferente: Al menos la candidata panista criticará a Quadri por su
acomodo al PANAL y su sometimiento a los siniestros planes de la maestra Elba
Esther Gordillo, se le dirá que es un esbirro, un aprovechado, un ventajoso y un
achichincle de Peña Nieto y de la maestra, así que ahora lo veremos debatiendo
realmente y no solo jugando al “tiro al blanco”.
Peña Nieto, que “salió tablas” del debate del 5 de mayo, es un
perdedor a consecuencia del rechazo a su candidatura en la Ibero el 11 de mayo,
que dio pie para que surgiera el movimiento “Yo soy 132” de claros tintes
“anti-Peña Nieto” que lo han arrastrado por los arrabales de la ignominia y sin
poder defenderse, ha sufrido todo tipo de ofensas a su candidatura, llegando al
punto de que se piensa que los votos de los jóvenes que no han votado para
Presidente de México antes -14 millones- le son adversos y pueden ser
determinantes en la elección. Para el candidato del PRI el asunto no será tirar
y golpear, sino atraer al voto útil, parecer confiable, seguro, conciliador y
pro voto joven, y llamar al voto en los estados de la República, pero además de
todo esto, deberá sobrellevar la andanada que le caerá desde las cañoneras de
López Obrador y de Josefina y todavía darse tiempo para mostrarse positivo,
creativo y dueño de la situación. Para él su meta es no perder el debate y
ganar el post-debate.
Josefina Vázquez Mota, quien perdió en el debate y en el
post-debate, pues desde el 5 de mayo ha venido batallando en las preferencias
con una tendencia a la baja, que ya la sitúan en el tercer lugar, tiene la más
compleja de todas las tareas, mostrar que merece ser presidenta de México, que
tiene ideas, que puede exponerlas brillantemente, que puede emocionar a los electores,
que puede defenderse y contraatacar con agilidad y que puede atraer a los
panistas desilusionados, para ella el debate es vital, pues si sale victoriosa
su barco puede levantar la proa, achicar las perdidas y navegar hacia el puerto
de la victoria, conservando y atrayendo no solo el voto útil, sino el voto en
conciencia de los indecisos, en caso contrario, simplemente se irá a pique y
sin salvavidas para ningún otro candidato de su partido, porque en el PAN la
única campaña es la de Josefina Vázquez Mota, se dice que su barco se llama
“Todo o nada”.
El último candidato es Andrés Manuel López Obrador, quien también
perdió el debate del 5 de mayo, pero es el claro ganador de las consecuencias
del 11 de mayo con el movimiento “Yo soy 132” y con la concentración de las
campañas presidenciales en el Distrito Federal, donde el PRD reina en
solitario. Mientras el PAN ha desilusionado a su militancia provinciana
ensalzando el centralismo y el control del partido desde la capital, el PRD
dueño de ésta, se impone desde ese centro de poder en toda la nación y esto sin
que nadie le dispute un centímetro cuadrado, pero aun así, el reto para Andrés
Manuel López Obrador es el de mostrarse como el hombre tolerante, sabio y
prudente que ahora pretende ser, su objetivo va a ser exclusivamente Enrique
Peña Nieto, si obra con astucia elogiará al panismo fiel que lucha por la
democracia y por los valores en la vida política. López obrador ganará el
debate, alegando tener grandes proyectos para el norte del país, para la
frontera, dándole un par de golpes al “actual” PRI “alejado del pueblo”, a la
maestra Gordillo y calificando a Vicente Fox de traidor al PAN.
Escenarios y tiempos distintos, pero el segundo debate, es crucial, sus
retos conceptuales ya no son las denuncias, ni las acusaciones, al contrario,
son el acercamiento del poder a los problemas de la gente, la tolerancia para
todos y el ánimo de aceptar los resultados de la elección. Es imposible dejar
los tambores de la guerra en plena campaña, menos en su etapa más dura, pero
los candidatos deberán ofrecer, que una vez terminada la contienda, colaborarán
con el ganador sin reservas y sin dobleces, parece difícil que esto suceda en
México, pero es algo necesario y ... hasta productivo.
Ve en vivo el debate aquí: