Germán Dehesa antes de morir recibió un gran ramo de rosas amarillas de parte de su amiga Josefina, y le dijo:
- Ya estoy muy cansado. Ya me quiero ir. Ahí te encargo a mi México, Josefina...
Al irse serán recordados, ¿o recordarán a su México?... no lo sé, los vivos a veces somos demasiado tontos, y morimos en nuestro miedos todos los días.
Los vivos, hacemos de los muertos una historia que se modifica.
Descanse en Paz, Carlos Fuentes.