Saudade

Saudade tenía tu nombre cuando me topé contigo. 


Aún no sabía la razón, o porqué.
Me acostumbré a habitar en ti, 
en tus palabras, 
los sonidos del "yo quisiera" 
se colaban en los futuros quizaces... 


tenías otro nombre, claro, o el mismo, qué más da:
 lleno de espejos. 

Te confundí, te leí, te supe en el aire,
 perdida en el vocablo portugués que te definía...
 que yo no conocía...
en sueños sin luna...

Entonces me hizo falta la piel en tus labios,
Tus ojos perdidos en los míos, 
tus manos ávidas de tiempo deslizándose en mi cuerpo.

Cuando la respiración te invoca,
 los sueños te suspiran, y la imaginación te observa, 
lejano y absoluto, tan parte de mí. 

El quizás disuelto en el tiempo, 
el silencio permanente que quisiera quebrarse... 
lo imposible de los vientos que se escaparon en las eras y huyeron...

Entonces aprendí la palabra. 
Define lo que tú me eres, siempre que me existes, 
lo que tú me has sido siempre, 
desde que te respiré por primera vez...

Saudade.

Saudade de voce....