Me he quedado callado reciclando las palabras, me han dicho que de ellas, quien pierde en el olvido es el que quizás jamás dijo nada...
El sabio me dijo:
Eres madera. Es tu naturaleza, ¿qué haras con ello?
El político me dijo:
¡te tumbaré para hacer unos condominios de lujo!
El hombre común me dijo: hace frío, necesitamos fuego para el hogar, te haremos leña.
Los niños me dijeron: ¡Serás nuestra casa de árbol!
Mi impotencia me dijo, húndete en la tierra y vuelvete carbón.
A esta última, la obedecí.
Y el final de mi historia hubiera sido trágico, si no hubiera llegado ella...
... el amor, entonces, me presionó como sólo el amor lo puede hacer, con toda la fuerza infinita de las eras...
Desde entonces, reciclado... soy diamante.
... Atemporalmente, El extranjero.