Y las visiones de hoy se alejaron caminando, desconocidas, respirando oscuridad...
Te miro desde la ventana en penumbras.
Allí donde sentiste oculta la lejanía. Donde te escondiste al saberme distraída.
El celo a veces, encarniza de hielo las paredes,
su azul eterno hiela las venas.
No lo hablas, lo sientes y lo compartes,
me azotas con él.
No me lo explicas, sólo lo intuyo y prefieres alejarte.
Tiempos de desolación, donde no hubo consuelo.
¿Qué sientes? Futuro...- aún suspira el recuerdo...
Me das, solo trazos de información.
Retazos de existencia que van armando el rompecabezas de tu ausencia.
Huelo tu enojo. Como ayer, no sabes explicártelo.
Sólo lo sientes. Sientes que me voy incluso antes de que yo siquiera lo imagine,
y decides quebrar con distancia el duelo.
Espacios, descanso, oscuridad...
Ahora, que el mundo es nuestro, ahora que te sabes y me sabes... que eres...
¡Shhhhhhh!
Te has ido. No tengo idea porqué.