El anhelo mató al tesón


Cuantas veces te he dicho hasta el cansancio que no te quiero más,
sin embargo ahí estás, mirando al interior de tan ansiada vida,
reclamando, suspirando, extasiando tu ira,
fatigando hasta la cima tu aventura tan sufrida...




Te vas... te alejas... te haces chiquita... desapareces...
el eco de tus reproches se  quedan por cada rincón,
no eras feliz, la tristeza derrochada por meses
brotaba por los ambientes perturbando la ocasión...



Fuiste férrea, persistente, como guerrera potente
que destroza a su oponente sin mínima discreción...
tus armas tan poderosas dejaron de ser dominio,
y pasaron al fastidio perdiendo su destrucción...



La suavidad del anhelo pudo más que tu tesón,
la caricia fue certera cuando le habló al corazón,
tu pasión mato el amor, y lo quemó con tu fuego
dejando vivo el deseo de encontrar nuevo sosiego...

 
Hoy no pretendo un gran fuego, sino un calor tropical,
que suavice lo fresco que nos deja un temporal,
quizás venga rezagada, mientras, la espero tranquilo,
preparando su morada...

Hoy, te has quedado atrapada en tus miserias de amor...






Ominnon Àhyos.