El Extranjero

El porqué del tiempo, queda indefinido cuando somos atemporales y sin dimensión.

Momo

- ¿A dónde vas? - Le preguntó a Casiopea. - Al futuro, a encontrarte...

Los Distorsionadores

Requería, quizás, una pluma feroz y viva. Jugar con lealtades absolutas, insultos prestos, ingenio y viveza en el resultado de su ataque a otros...

El amor y el pacto

El monstruo dormía latente mientras no mirara la luna. Hubo un pacto silencioso de los números. No le dijiste a qué se debía. Era un susurro...

Cómo jugamos en este blog

Las reglas de este juego no pueden ser más simples: queremos seres pensantes, propios, de inteligencia viva que sepan aportarnos su personal punto de vista.

Él lo Escribió


Lo escribió justo cuando creyó perderla. Veo la fecha. El llamado de lo que fue y lo que burdamente aún no está escrito. Lo leo, y es como si me leyera a mí misma. No debería extrañarme. Me ha preguntado si me gusta como escribe y la sola pregunta me parece absurda. Sus letras son las mías. Las reconozco, jamás me serán ajenas.

Él es mi propia respiración. Amo cada una de sus palabras. Las leo con atención. Deseo leérselas mientras él se recuesta en mi vientre, como todas nuestras noches, antes de hacer el amor. Él apoya su barbilla en mi ombligo y yo le leo, cualquier cosa, él parece estar feliz sólo con escuchar mi voz. Luego, inevitablemente, me besa el vientre. Y entonces él me lee a mí. Como autor creativo de mis movimientos hace de mi cuerpo una sinfonía… releo lo que escribió. Es tan… absolutamente transparente y yo lo amo tanto. Comprendo el pesar de su corazón. Es cambiar la realidad por la magia. Y a él siempre le enseñaron que atrás de las funciones de circo, al final, todos son trucos. Lo leo y lo sé en dolor. Nadie mejor que yo para saber lo que entristece dañar al amado, el olor difuso de extrañeza que deja cuando despiertas del hechizo y ya no amas más. Pero la otra parte, no se ha detenido.

Hay que guardar el luto al amor. Pero no debería ser tan literal. Mis manos tiemblan mientras sostengo el papel que me compartió. Tiemblan porque lo amo, y porque conozco el final trágico de todo hoy. Él la amaba y ella a él. El vio la imperfección y decidió no seguir, ella no supo cómo aceptarlo, y acabo mezclando analgésicos con antidepresivos. Me llama desde el hospital. Yo a años luz de distancia, en mis propias quimeras externas. Y el alma comprende. Él se irá para siempre. Lo he perdido.

Tuve que hacerlo, no podría sobrevivir su adiós… pero de nuevo… él es ya todas mis mentes, todas mis historias y varios de mis corazones. 

De verdad ya no importa lo que pase después...

                                                                                                                                                    A.V.

Una Musa



Me he rendido, de las horas sin tiempo llegan oleadas de aire turbio. Aquel que levantó la polvareda ante la tormenta. El cielo esta triste hoy. Escucho las risas, el batir del agua atrás, las copas chocar, la música lejana que se me antoja tan amorfa y extraña.



Siempre que cedo a la tentación de recordar tus pasos, cuando le doy espacio a que el universo continúe su curso, allí está de nuevo, el recordatorio.


Tú y tus historias. Tú y tu nada. Tú y ese mundo prohibido que intuyo absoluto. Nadie me creería ya que no lo busco, vaya, yo misma empiezo a dudarlo. Sólo... aparece, se  manifiesta, de manera aterradoramente mágica. Como aquel maleficio lanzado por la gitana que te persigue más allá del infierno. Si sigo creyendo todas estas historias metafísicas que me han contado, yo provoco los absurdos reencuentros,  creo esas realidades, las invoco, las manifiesto como este intento de soltar ese ser  que formó una dimensión completa ajena a mí.


Es increíble como los pedazos de lo que fuimos, a través de las vidas, se han regenerado, y ahora son como las constelaciones, o los lunares en mi espalda... paraísos completos, infiernos, seres vivos, latentes por sí mismos en otros cristales rotos, que aún son parte de ti, cuando observas la luna.



Esa es mi historia contigo. Mi historia contigo no es una historia feliz, eso ya lo sabes.  Es una historia de amor donde los protagonistas no se aman, se odian todo lo que pueden, siempre lamentan haberse conocido, se alejan siempre, siempre regresan. Se desgarran las tripas, y se miran con indiferencia siempre que saben  olvidarse, se desencuentran cuando se buscan: el universo conspira al unirlos  cuando se detestan... Nunca se olvidan, siempre se esperan, se huelen, se desean, se provocan reacciones viscerales... se buscan todo el tiempo en otras letras, otras pieles, otros aromas. Es patológico. Una pesadilla recurrente. Es una historia que acaba en muerte y desolación, en el desamor de todo  lo que fueron.

Mi historia contigo es más bien un viaje filosófico de autoconocimiento ante el pleito constante de un ideal que no existe. La frustración absoluta de algo que te persigue o te arrastra, irremediablemente, en universos paralelos que jamás se cruzarán. Es una historia que habla de dolor, de engaño, de mentiras y máscaras, de obsesiones y duelos compartidos. De historias simultáneas, más importantes y reales. Habla de inteligencias en choque, de hambre, de necesidad de encuentro, de hastío, de nausea reiterativa... de las colas de unos cometas que sólo se cruzan por casualidad, cada siglo, y continúan su camino, añorándose.


Una oda al talento,  un mecanismo de supervivencia... o sólo, la creación de una musa. Tu razón en mi vida, sólo obedece a convocar el dolor y la melancolía que inspira...

Mi historia contigo no existe. Tú no existes. Hace mucho tiempo  que jalaste el gatillo...

                                                                                                                                          D.L .

            




El sueño



No sabían que existían, vivían sin saberse mitades. Tampoco conocían los signos de interrogación, todo terminaba en puntos y aparte.


La conciencia no era necesaria, la mentira tampoco. ¡¡Todo era tan normal!! 





Pasó que en un cruce de palabras se chocaron y por el golpe despertaron, tuvieron que mirarse, disculparse el uno con el otro. 



Esas miradas fueron más profundas que la voz, llegaron hasta donde tenían que llegar, hasta el fondo de esa mitad y en medio de la confusión el encastre fue perfecto.



Aparecieron las preguntas, los silencios y los puntos suspensivos para que el aparte no cortara el aire ni astillara la respiración hasta perderla por completo.




La razón se presentó con la conciencia, que estaban soldadas, nunca se habían percatado de la sombra que una proyectaba sobre la otra y se perdió cualquier normalidad. 


Descubrieron que la naturalidad había perdido el juicio y que la serenidad se había transformado en un par de corazones acelerados.


Tal vez extravagantes, irregulares al tono con que se pinta el mundo, quizás un poco dementes para cualquier otro. Pudieron haberse inventado uno personal, pero lo intentaron mal y se derrumbó como uno construido con naipes y  con pulso tembloroso.



Así vagan ahora, saben que existen, se saben mitades, conocen las preguntas y algunas respuestas, otras las suponen. Siguen escondidos de los puntos y aparte, mintiéndose a veces, enfrentándose otras. Pero despiertos, aún mirándose hasta el fondo, hasta la raíz.



Y es que desperté perdida en tus pestañas, en la comisura de una media sonrisa tatuada en mis ojos.

                                                                                                      @Dibujauncorazon

Palabras



Palabras que brotan como flores desde las entrañas del alma, que se llenan de los colores y el aroma del corazón.



Se multiplican por el aire blanco de una hoja de papel abonadas con tinta y semillas que crecen en tu voz.



Palabras que se mecen por la respiración y los suspiros, que hacen sombra de los sueños, que se riegan con los besos que se escapan de los ojos.



Palabras que tienen la belleza simple de los brotes. 


Palabras que no se marchitan, que viven perfumando y vistiendo mientras el alma resista; que cambian de color, tomando los del corazón que las recibe, del corazón que se las apropia, de las emociones que las pintan.


Palabras como besos que nacen sin pensar, que se escapan del alma, palabras que dejo besarte, besarme, sin resistencia, sin meditar. 


Que tienen carácter propio, que tienen la fuerza necesaria para imponerme sus deseos, su voluntad, palabras con cadencia personal.

Palabras que como las rosas tienen espinas, pero escondidas, las que se alguna vez me lastimaron el alma, su origen, su color original. que se esbozaron primero, desde las cicatrices, desde donde fueron madurando hasta llegar a lo que son hoy, palabras con aroma a ternura.

Palabras dulces, palabras que acarician, palabras con mi voz impresa como sello entre la tinta, palabras sin renglones. 

Palabras con la impronta del alma, con los acentos del corazón, sin más idioma que el de los ojos que las leen, los tuyos.

Palabras que llegan tocando la puerta de tu corazón, después de haber tirado la de mi alma.

                                                                                                      @Dibujauncorazon

Para ti, alma silente, que ya no me lees...

¿En qué momento dejaste de quererme?
 Fue en ese instante en que tu corazón decidió que sin mí no latía... ¿Fue entonces?



¿En qué momento, dime, necesitaste dejarme?  Fue cuando te diste cuenta que el mundo sin mí, no tendría sentido, dime, ¿eso fue?

¿En qué momento, decidiste, que no podrías volver a verme?
¿Antes o después de ese beso que nos cambió la vida?

¿Antes o después de intuirnos, de sabernos, de  esperarnos, de soñarnos, de vivir en las letras el corazón absoluto?

 ¿Antes o después de amarnos la piel, los sonidos, la música, los tatuajes y las cicatrices, igual que los sentidos?

¿Antes o después de inventarnos el uno al otro, sabiendo que si uno respiraba,  el otro viviría? ¿Antes o después de tanto tiempo, tantos años de historia compartida escrita en un papel?

¿En qué momento el aire se volvió irrespirable? ¿Fue en el "te amo", que nació muerto, ante el corazón roto?
Dime, amor,
¿Cuándo nació mi muerte y murió tu siempre?
¿Cuándo se fue el amor eterno?
¿Fue en aquella lágrima del profundo dolor que te abrumaba? ¿Fue por ella? ¿Fue por ti? ¿Fue por mí?

¿Fue porque me amabas? ¿Fue cuando la amabas? ¿Fue porque no te amaste nunca y no podías comprendernos?

Ni ella, ni yo supimos dejarte nunca, no nos enseñaste cómo...
¿Fue por eso?

¿Fue porque siempre estuve presente, aún en tu propia ausencia?

¿Fue porque a pesar de todo, siempre nos supiste eternos?

No sabes cuánto me pesa tu odio. Son como grilletes, como piedras en los brazos, como cadenas en el vientre... todo el dolor que te provoqué son espinas en el cuerpo, recordándome, ¡maldita sea!, que te sobrevivo... a pesar de ti, y que no puedo...

¿Cuándo acabó? ¡Dime!

Daría la vida porque no me amaras, porque aún lo hicieras. Daría mis sueños para que tus pesadillas, en los peores momentos, no me invocaran, y yo pudiera respirar, sin los demonios, sin los ángeles que me llevan a ti. Sin el paraíso y el infierno  del quizás...

¿Fue ante el profundo dolor de la lejanía, fue por desconsuelo, por el desamor, por el duelo, por los sueños? ¿Por el espejo?

No hay respuesta. ¿Cuando, amor, cuándo lo arruinaste todo? Grita mi mente, mientras leo el último mensaje de tu adiós absoluto. Tu ira, tu enojo, tu furia, tu desprecio... y repito entre lágrimas:

- Perdóname, amor... tuve que hacerlo... tenía que terminarlo.
                                                               
                                                                                                                                               Dosis Leves