El Extranjero

El porqué del tiempo, queda indefinido cuando somos atemporales y sin dimensión.

Momo

- ¿A dónde vas? - Le preguntó a Casiopea. - Al futuro, a encontrarte...

Los Distorsionadores

Requería, quizás, una pluma feroz y viva. Jugar con lealtades absolutas, insultos prestos, ingenio y viveza en el resultado de su ataque a otros...

El amor y el pacto

El monstruo dormía latente mientras no mirara la luna. Hubo un pacto silencioso de los números. No le dijiste a qué se debía. Era un susurro...

Cómo jugamos en este blog

Las reglas de este juego no pueden ser más simples: queremos seres pensantes, propios, de inteligencia viva que sepan aportarnos su personal punto de vista.

LA SOMBRA




Tanto he querido escapar que ahora ya soy parte de mi propia sombra. Esa que se asoma acechando las peores pesadillas, esos luminosos sueños que se deshacen en nuestras alas caídas cada vez más.

No tiene sentido. Todo tomaría rumbo de empezar por el principio, pero no es nada fácil. Todo empieza, como siempre con ella. Una ella que nunca supe tocar sin romper, o besar sin comerla a besos. Una ella que me retaba con la mirada cantándome el nunca mientras bebía de mi sangre como si de eso dependiera su vida.

Sí... mi sangre. No con esa mierda de vampiros que se puso de moda entre los adolescentes, tampoco con toda la parafernalia draconiana de  la tradición Europea. Ella bebiendo de mi sangre, porque no le es suficiente  que la habite desesperadamente, con cuerpo, alma y mente. Porque si pudiera me comería. Ella. Mi hermosa ella del deseo permanente que me pierde entre sus uñas rojas y el andar de sus afilados tacones, bebiéndome.

La ella de mi sombra. La ella que evitó mi muerte tantas veces, traicionando su cuerpo al entregarlo al mío. La ella, de quien, por cierto, también quiero escapar.  Con las sombras eso pasa.  Te tienden trampas. Normalmente te enamoras de ellas a través de los matices, las texturas... y la luz.  Cuando la sombra ha crecido lo suficiente en ti, ya es demasiado tarde. Ya eres carne y hueso, y mirada y promesa; casi siempre mentira. Allí las luces ya no son, y sólo quedas tú, o la sombra de lo que fuiste.

No estaba consciente de todo el daño. Al menos no hasta ahora. Aún podría, o debería tener oportunidad de escapar. Quizás, antes de perder completamente la dimensión del yo, de olvidarme que aún era un individuo, y que las obtusas luces de fuera no deberían dimensionarme y darme realidad. Sé que se avecina una decisión.

Entra un poco de luz por aquella rendija. Me he acostumbrado a ver embelesado los raquíticos rayos del sol que se cuelan a mi penumbra. Siempre, quizás sólo por tradición, les temo un poco. No dejo que me toquen. Quizás imagino que me volverán cenizas, como los románticos antiguos de mis antepasados aseguraban que pasaba, tal vez simplemente temo averiguar si las leyendas  de antaño son ciertas. En mi condición, es una crueldad infinita dejarme aquí, imagino que esa era la intención inicial del enemigo. No tengo manera de saberlo. Asumo que mis captores, todos, murieron el día que se abrieron las entrañas de la tierra. No he vuelto a escucharlos gemir de miedo tras las paredes, ni he olfateado el desagradable olor que de ellos se desprende. Se fueron dejando un paradisiaco vacío donde antes reptaba su humanidad.

Imagino que debo creer que ya estoy solo. Que me dejaron aquí por eternidades, para que un día muera, o por aburrimiento, decida retar a la luz y a las sombras de una buena vez.

Sonará masoquista,  pero ya no lo veo como un gran castigo. He aprendido a conocer cada rincón de este viejo pozo. Agradezco cada grieta, cada pequeña piedra saliente de la pared, que, aunque mohosa y verde, me refugia de la luz y el calor de mi superstición mayor.

No supe bien cuándo me convertí en sombra. Cuándo dejé de ambicionar su sangre cuando sentía sus labios y dientes hincarse en mi carne. Cuándo olvidé que las ratas, perros, insectos,  y los hombres y mujeres tienen las mismas propiedades alimenticias para alguien de mi condición.

Aún, irónicamente, quiero escapar. Nada lo hace tan real como saberme sombra, más que luz.

La última vez que la vi, se quedó clavada en la memoria. Ella, como todas las pasiones que me rebelan ante la muerte, era un mal necesario.  Por alguna razón, el universo requería recordarme que seguía vivo... o pseudo-muerto, o como quiera que pueda llamársele a este limbo donde habito.

Ella fue la primera que me llamó monstruo. Lo hizo la primera vez que nos volvimos uno. Sé que su miedo era más por lo que se convertía en mis brazos, a lo que yo soy en realidad. Yo era un monstruo por mi capacidad de transformarla en esa atrocidad que se fundía conmigo. Si tuviera un poco de decencia o moralidad, también yo me aterraría de la manera descarada en la que volvíamos al alma animal y nos fusionábamos violenta  e impacientemente. Dejando sus alas, su luz, su Dios, y toda su maldita religión en ridículo. Eso es demasiado para un ángel al que le fue negado el libre albedrío.

Su luz me atrajo como mosca a la miel. Fue esa misma luz inmaculada que me volvió sombra.  Y como sombra, penetré sus recovecos, haciendo de ella mi casa, mi puta, mi ciudad, mi cantina y mi abrevadero. La sed, a partir de ella, no se sació jamás.  Mis captores la amaban, creían librarla de un infierno y lo que hicieron fue condenar su pesadilla. Ella no supo dejarme ya. Arrasó con las entrañas de la tierra, pero no supo dejarme, ni beberme todos los días y noches de su muerte. Su luz se fue apagando cada día más. Hasta que de ella no quedó nada, más que mi sombra.

Hoy puedo escapar. Ha habido otro violento temblor en las entrañas de la tierra, la lava ardiente ha vuelto aparecer en los rincones del pozo. Se ha formado un túnel con una escalinata posible, con mucha imaginación. Si soy paciente, y espero, y calculo bien las horas para evitar los rayos infinitos de fuego, podré salir de aquí. No sé qué mundo queda allá afuera. Llevo demasiado tiempo encerrado en el centro de la tierra. Me pregunto si más allá de este lugar, habrá más sombras, como yo, esperando conocer este nuevo mundo.


Pronto lo sabré.

Escenario...

Nací libre sobre la pasajera ola del viento que me arrulló en sus vuelos.
Viajé con ellos sintiendo los frescos amaneceres, las cálidas tardes.
Diversos aromas logré conocer, dulces y suaves, firmes y profundos,



Pude observar la magia de sus colores, brillantes, fugaces, satinados y desvanecidos,
Todos en un conjunto de armónica belleza, tan cerca y tan distante,
Como el horizonte y la imaginación lo pueden permitir…

Así de hermosa como el Edén soñado fue mi primavera,
Entre piedras de río, tierra de cultivo, selva tropical y
playas vírgenes que se perdían entre la bruma y la niebla…



Los cantos alegres y bohemios que seguían el sonar de las cuerdas,
Las palmas y los bailes que sobre la arena dibujaban huellas de rítmicos anhelos.
Deseos de amor y pasión que brotaban en las miradas perdidas de los danzantes,

Fue ahí donde aprendimos a volar, tejiendo nuestras propias alas.
Impulsando nuestros sueños y tropezando nuestras realidades,
No fue fácil, pero el escenario majestuoso, lo valió todo…


O. Ahyos.

La despedida del Gabo


Nos teníamos tan callados los olvidos, que el día que nos los dijimos no parecían verdaderos.
Narraban una historia que no nos pertenecía. Que reflejaba agujeros de pensamiento, de ideas, de expectativas.

- Eres experta en decir adiós.- Te burlaste tristemente. Tu tristeza era estacional, pero en realidad eras feliz. Tenías una fantástica novia nueva, muchas admiradoras, y pasabas por un  prolífico momento de éxtasis literario. Todo iba bien para ti.
De la misma manera, todo en ti ahora me parecía una triste mofa. ¿Cómo te atrevías a no ser al menos, un poquito miserable por haberme perdido?

El drama del encuentro era doloroso. Me habías recibido feliz, cariñoso, libre y sin máscaras. Pero fue sólo un parpadeo, hasta que te cayó el veinte que era yo. Entonces vino el sabor amargo. Ese desagradable vestigio del sabor de un recuerdo trágico.

Volvió la pesadilla oscura que dejaron todos nuestros besos frustrados, la distancia y los sueños de lo que nunca fue.  Quedó el monstruo de lo que ya no pudimos ser más.

- Perdona que no preste atención... me dijiste en medio de la tormenta. ¿Sabes que murió Marquez?

Y mi mente entonces viajó a Macondo. Era un noticia devastadora. La muerte de un genio siempre deja un mundo mucho más gris y vacío.

"Hoy también hace muchos años, murió Sor Juana", te dije, sin decir.  - "Ella también, lo cambió todo."

Y pensé en la Hojarasca, y mi viaje con el Gabo. Viaje que reconozco, fue mucho más accidentado de lo necesario. Viaje que todo el que se precia de disfrutar la lectura, ha hecho de distinta manera, generalmente, de manera muy personal.

- Mi madre me ha nombrado en honor a él. - Me dices con una voz quebrada. No encuentro en mi ser nada más que empatía. Te acaban de avisar de la muerte de un amigo querido, de un hermano, de tu padre, de tu hijo. Como amante y estudioso de la literatura y como habitante del mundo el hoy queda más vacío y más triste sin un Gabo de letra absoluta, tenaz e ingeniosa.

Y yo quiero abrazarte. Pero ya no hacemos eso. Y no es sólo el Premio Nobel de Literatura el que muere. Morimos tú y yo. Y cualquier pasado que nos haya enlazado. Mi tragedia es mucho más personal que la tuya. Gabo te duele mucho más que yo, infinitamente más. Eso le agrega un tinte todavía más masoquista a continuar con la conversación.

- Habían sacado de circulación de algunas cadenas su nuevo libro, ahora se venderá como pan caliente.- Fue lo único que atiné a decirte. Era completamente inapropiado. Yo lo sabía. Tenía, era necesario, darte mi rostro más frío.
El superficial, el apático, el comercial.
Por el que no dabas ni un comino. Si iba a saltar al vacío de tu indiferencia, lo iba a hacer en grande y con conciencia propia, no esforzándome para que me reconocieras tuya.

Así que obvié tu dolor. Y continué el monólogo. No te interesaba lo que habría de decirte, y en realidad, no esperaba mucho de ti tras decir lo que pensaba.  Es más... tanto esperé este encuentro que cuando llegó, ya no disponía de muchas razones o explicaciones que dar o recibir. Quería terminarlo todo y desaparecer.

Ya había dicho lo que necesitaba que escucharas: me valen una mierda poética tus lagrimones por un tipo al que ni conociste, al que ni en sueño te parecerás...

Yo, claro,  no quería decirte eso. Yo quería decirte que, como siempre sentía en tu piel, igual que tú sentías. Y mis lágrimas de nuevo, eran las tuyas. Quería decirte que no me parecía casualidad que tu madre hubiera honrado al colombiano nombrándote como a él. y que quizás con eso, te había marcado. Que en ti percibía esas letras que reconocía inmortales...
Pero no lo dije. Mi opinión no valía de mucho, de todas formas.

El Gabo me dolía.  Más, por todas esas historias que nunca escribió.

Y así también, me despedí. Te dejé rumiar tu duelo, y me fui a vivir el mío.

Cada quien se despide de sus genios a su manera.

Siempre me dolerán nuestras historias, ésas, que en mí ya nunca escribiras.


@AlasEnVuelo
dibujos cortesía de @HistCotidianas

A veces...


A veces me soy, te eres, me sueño, te vibro, y nos esquivamos.

A veces como esta noche que retozarás en ella, no me existo.

O como en la madrugada que me supones en él, me enamoro de lo que fuimos.

A veces me creo que somos historias inconclusas e imperfectas. 

Me sueño en lo que no eres, o en lo que soy.

A veces me creo que sí fuimos de lunas dispersas, de duelos callados.

A veces, como hoy, me pregunto, 
porqué no me dan las palabras para alcanzarte
ni los silencios para gritarte,
ni la vida para hilvanarte.

A veces como hoy, te grito que te amo. 
Pero no, no te amo, no te conozco. 

No me persigue el aroma de tus tiempos,
ni me duele la piel en tu ausencia
ni me gime el olvido tu nombre.

Y a veces, como hoy, aún te amo.
 Pero no es así, porque no eres mío, ni de ella.
Porque tu viento es mentira, y tus raíces, cadenas.
 Y yo vuelo. Mis alas se alejan.

A veces, como hoy, aún te olvido. Doliendo
tu nombre en la espera de sombras.

Y a veces, simplemente, te extraño.

 Y es extraño aún saberte a mi lado, estando tan lejos...

¡No dejaremos que te maten!

No había tocado de nuevo la vena política, desde hace mucho...

Mi país, mi México, sigue en luto.

El rey Idiota paga más de 500 mil dólares para convencer a una revista "confiable" (después de esto, no queda casi ningún medio que pueda llamarse así) para que digan que Peña Nieto está "salvando a México". Saving Mexico = ¡más bien ahorrándolo para su bolsillo!


Y aún así, rumiando el sabor amargo de lo inevitable, me mordí los labios hasta sangrar, para no gritar con la pluma la indignación de un pueblo devastado, que como ganado, camina inevitable hacia el matadero que él mismo eligió, al permitir que regresara el dinosaurio a gobernarnos.

Y entonces, volteé la cara. Llevaba ya días mirando lo que sucede en Venezuela,  inquieta, con tristeza y admiración, y lo admito, un poco de envidia. Entonces apareciste, Leopoldo López.

Te entregaste al régimen opresor que ha destazado sin piedad, sangrando a tu pueblo por años. A una dictadura aberrante que desnuda de sueños a los jóvenes de tu país. A las mentiras cobardes de un gobierno mal habido que está abusando de todo y de todos.

Lo hiciste mientras los tuyos te rogaban que no lo hicieras. Sabían, todos, sabemos, tememos todos, que te torturarán, que no saldrás con vida de este sacrificio... pero quiero intentar, necesito tratar, alzar tu voz por aquí. Que todos escuchen tu llamado a la paz y un mundo mejor, a tomar las calles en paz para que los pasos hablen, no las armas.

Por que los verdaderos héroes, los que cambian al mundo, hacen cosas que los vuelven inmortales. No importa lo que te hagan ahora, has inspirado más allá de tus fronteras a millones de personas como tú, que están hartas de los zopilotes alimentándose de nosotros sin piedad.

Cuando un buen hombre va a la guerra, el diablo tiembla. Cuando un buen hombre convoca la paz, aún  sabiendo que le costará la vida... el mundo cambia.

¡Y nadie lo vence!


No dejaremos que te maten, y si lo hacen... el mundo lo sabrá.

¡Estamos contigo, Leopoldo!


http://diariodecaracas.com/politica/video-exclusivo-llegada-discurso-completo-leopoldo-lopez-sobre-estatua-marti

Mar de olivos...

En el súbito mar de los olivos
Se despliega la recóndita grey de los ilusos
Nadie sube a la par del vuelo
Cuando la multitud temerosa permanece en duelo…

Heme aquí guardián del viento
Desafiando de frente tus virtudes
Cuanto más me acerco tiemblo
Sin dolor de vencer tus latitudes

Calla viento, que las alas te desean
Déjala escuchar su fiel susurro
Que se embriague de tu silencio vano
Mientras enloquece al eco de tu llano



Mira, observa cauteloso
Los tumultos permanecen ciegos
Su temor los vuelve pretenciosos
Entregando nada por su sangre
Mientras otros surcan por los cielos
Observando sombras de su carne

Vaya hastío del hombre que no sufre
Cuando el cambio toca en su vereda
Desafiando con ella, mansedumbre
De ser nada... si se queda…

O. Ahyos


Te contaré III


La confesión de culpa, solo puede volar lejos de quien la revela. 

Dibujar una mirada eterna es un pecado mortal, en el reflejo de un olvido.

Y así es como comienza todo. 

El personaje se apodera, de quien le da la vida a través de la mirada de ella, de solo una ella, que lee…
El tiempo impone la historia de amor, en la recreación de reflejos, y la de odio, en la espera de la caricia del sonido de un leve trazo.
El purgatorio, sería el mayor de los infiernos, no atender un recuerdo libre, toda una condena mucho más que divina.

Retazos de un tiempo, que demandan sus angustias y sus sueños, como un regalo envenenado de un destino elegido.
Y al Final vivir en sus letras, de cada latido el más sutil,
les une para seguir… y vivir…seguir viviendo.

Esperando que el personaje escriba su propia historia.



(JUEGO DE TUITS,  continuación de la historia "TE CONTARÉ 1 y 2" 

                                                                                              por @prosetica)

Promesas son Promesas


La locura de conocer lo desconocido, de reconocerlo en cada espacio. 


La cordura al negarlo para el mundo acariciándolo con el alma.


¿Qué es más real, el cielo que se ve con los ojos o el que se dibuja en una hoja en blanco con otros colores?? 

Tal vez yo tampoco exista y sea el dibujo de alguien sobre esa hoja, sobre su palma.


Tantas veces me miré a los ojos que en mi alma ya no caben más miradas, nunca es la misma, nunca soy yo; o sí y me desconozco. 

¿Será mi destino en esta vida, ver todas las anteriores, encontrarte ahora y descubrir todas las tormentas?

¿¿Qué tan tarde es siempre?? 

¿¿Cuánto de orgullo tiene el tiempo?? 

¿¿Dónde me ocultaste?? 

¿Cuándo comenzaste a latir en mi pecho?? 

¿O es que, me quedé sorda para escuchar a la razón??


She  @Dibujauncorazón

Una vuelta más al sol...



Un año de luz, de encuentros, de conocimiento, de proyectos, de aprendizajes y vuelos. 

Un año de vida, de sueños, de amor, de viajes y caminos. Un año de gente, de vacíos, de soledades, de música, de creaciones, de conciertos. Un año de salud, de familia, de logros, de cambios. 

Un años de conciencia, un año de evolución.

Sólo te deseo, EL año.

A ti que me lees, si estás aquí, es por algo, ¡y puedo decirte que eso te deseo!

Un 2014 para ti, completo, con su sal, lágrimas caídas y cicatrices, con sus carcajadas, sus olas y su viento en el rostro, un año contigo.