Él lo Escribió


Lo escribió justo cuando creyó perderla. Veo la fecha. El llamado de lo que fue y lo que burdamente aún no está escrito. Lo leo, y es como si me leyera a mí misma. No debería extrañarme. Me ha preguntado si me gusta como escribe y la sola pregunta me parece absurda. Sus letras son las mías. Las reconozco, jamás me serán ajenas.

Él es mi propia respiración. Amo cada una de sus palabras. Las leo con atención. Deseo leérselas mientras él se recuesta en mi vientre, como todas nuestras noches, antes de hacer el amor. Él apoya su barbilla en mi ombligo y yo le leo, cualquier cosa, él parece estar feliz sólo con escuchar mi voz. Luego, inevitablemente, me besa el vientre. Y entonces él me lee a mí. Como autor creativo de mis movimientos hace de mi cuerpo una sinfonía… releo lo que escribió. Es tan… absolutamente transparente y yo lo amo tanto. Comprendo el pesar de su corazón. Es cambiar la realidad por la magia. Y a él siempre le enseñaron que atrás de las funciones de circo, al final, todos son trucos. Lo leo y lo sé en dolor. Nadie mejor que yo para saber lo que entristece dañar al amado, el olor difuso de extrañeza que deja cuando despiertas del hechizo y ya no amas más. Pero la otra parte, no se ha detenido.

Hay que guardar el luto al amor. Pero no debería ser tan literal. Mis manos tiemblan mientras sostengo el papel que me compartió. Tiemblan porque lo amo, y porque conozco el final trágico de todo hoy. Él la amaba y ella a él. El vio la imperfección y decidió no seguir, ella no supo cómo aceptarlo, y acabo mezclando analgésicos con antidepresivos. Me llama desde el hospital. Yo a años luz de distancia, en mis propias quimeras externas. Y el alma comprende. Él se irá para siempre. Lo he perdido.

Tuve que hacerlo, no podría sobrevivir su adiós… pero de nuevo… él es ya todas mis mentes, todas mis historias y varios de mis corazones. 

De verdad ya no importa lo que pase después...

                                                                                                                                                    A.V.