Noche de Estrellas


Hoy Calderón se aproxima al final de su camino y pone sobre la mesa su mejor apuesta.

Pedro Ferriz


Los Cabos se ha convertido en piedra de toque del futuro. La reunión del G20 que aquí se desarrolla, acumula un reducto de todos los problemas más acuciantes de la realidad humana. Hablar del mañana a los jóvenes, al ofrecerles las manos vacías a la oportunidad. Tratar el futuro de los negocios o la operatividad de los gobiernos, sin tocar a la ética como eje de pensamiento. Entender que no podemos irnos a dormir con la sensación de que habrá millones de niños que enfrentarán la noche con la más profunda oquedad del alma y el estómago. Enfrentar el reto de las nuevas tecnologías bajo la perspectiva de que nos sirvan y no al revés. Ver a la sustentabilidad, no como una moda sino bajo acuciante necesidad. Ver ese hilo sutil que une la fragilidad de muchas realidades europeas bajo una sola moneda... y entender que lo que pasa en Atenas repercute en Oaxaca. Implica la necesidad de interrelacionarnos. Cuando veo circular por una carreterita de Los Cabos a “La Bestia” y una comitiva de 40 vehículos llevando el preciado contenido de un decisor universal como Barack ObamaAngela MerkelHu Jintao o Christine Lagard... Tantas voluntades puestas al servicio de la necesidad de tomar, no sólo las mejores decisiones, sino las más rápidas, efectivas, impactantes y hasta inciertas, será el reto a vencer. Toda esa mezcla de necesidades imperiosas transitarán por el territorio de lo desconocido, al no saber el resultado de las recetas que aquí se adopten.
Si lo pensé al inicio, ahora en el final de su administración, veo a un Felipe Calderón —Presidente de México— como un hombre que ha crecido a estadista. De esos que ya no están atentos a quedar bien con audiencias específicas, sino más bien enfocado en dejar un legado para las siguientes generaciones. Un México de mayores alcances, requiere gobernantes de dimensiones proporcionales. Nuestro México ya suena fuerte en el concierto de las naciones. Ahora en lugar de pedirle al FMI recursos para apalancar nuestras carencias, apoyamos a pueblos en desgracia. Tenemos ahorros en reserva, como nunca antes en nuestra historia. México empieza a hacer pensar a los demás, cómo se puede crecer responsablemente. Con conciencia y sensatez, apuntamos hacia nuestra depuración, aunque nos lastran demonios sociales que ensombrecen lo que nos haría brillar indefectiblemente.
Hoy Calderón se aproxima al final de su camino y pone sobre la mesa su mejor apuesta. Mañana tomará el usufructo aquel que tú elijas en las urnas. Piénsalo, medítalo, analízalo, comprométete, cree en tu candidato y apóyalo hasta el extremo, pero razona la expresión de tu voluntad. Que la suma de conciencias, sea más pesada que la manipulación o el fraude. Más que la mercadotecnia política, ingenuidad o miedo. Fundamenta tu esperanza y entiende que el voto es un acto de inteligencia colectiva, para llevar a ese país que tanto quieres, a la altura de lo que de él has soñado.
Eduquemos a nuestros hijos, limpiemos nuestro entorno. Lee, aprende, reflexiona y propone...
México entonces será distinto y su derrama te alcanzará.
Esta noche estrellada en Los Cabos podría ser augurio de un mundo distinto y México, la cuna de una pretendida realidad.
Elijamos por aquello que mañana no sea un cargo de conciencia.
Leído en: El Búho no ha muerto.