Vi esta foto, y no pude evitar sonreír con ironía.
Esta foto refleja perfectamente mi percepción de AMLO y toda su milenaria batalla por llegar a la presidencia del país. Imagino que la imagen a contraluz quiso darle un aire de romanticismo, al "héroe" visionario, que guiará a México por el camino "del verdadero cambio". Una imagen bien pensada de manera conceptual, si no fuera por un pequeño detalle. El mítico líder está siendo atendido y protegido por sus adoradores de los inclementos del tiempo. El hombre nisiquiera sostiene su propia sombrilla.
La imagen entra en completa discordia a la humildad necesaria de una izquierda progresista que pretende trabajar por los pobres y disminuir el inmenso trecho social que la economía ha causado con estragos en nuestro país.
La imagen del hombre incapaz de sostener su paraguas me recuerda a la arrogancia de un lord inglés con su lacayo. Siendo atendido como personaje de la nobleza -y por ende- "superior" al mayordomo, en acciones vanas y futiles, como abrir una puerta o sostener el paraguas para que el "amo" no se moje, mientras evidentemente, el sirviente (ciudadando de menor categoría), queda a merced de la lluvia...
¿Así o más incongruente?
¿Qué excusa podría tener aquí AMLO para ni siquiera sostener él mismo su paraguas?
¿Estara pensando en que esta otra persona que lo cubre queda al intemperie, le importará?
¿Así hará con todos los mexicanos?
Se preocupará porque lo cubramos de la lluvia, mientras nos deja empaparnos bajo el aguacero?
¿Esa es su igualdad?
Muchos dirán que es un detalle sin importancia: les contestaré esto: en las pequeñas acciones, se descubre el verdadero ser.
"Cuida los detalles, ésos son los que dirán realmente quién eres..."
