EL REQUIEM DE MOZART (1791)
La misa de Requiem en Re menor con número de catálogo K.626 es una de las obras más conocidas e interpretadas de este genio austriaco de la música, Johannes Chrysostomus Wolfgangus Theophilus Mozart y por eso la hemos seleccionado para el día de hoy en que el mundo cristiano (y no cristiano) conmemora la muerte de Jesús.
Iniciamos este sencillo análisis comentando la tonalidad en la que Mozart decició escribirla: Re menor. Famosas obras de otros grandes músicos han sido escritas en esta tonalidad: recordemos la famosa Toccata y Fuga en Re Menor de J.S. Bach, o la hermosísima 9a. Sinfonía de Beethoven. Sabiendo que una tonalidad menor le da un carácter solemne y un tanto oscuro (comparado con una tonalidad mayor), en específico re menor es considerada como la tonalidad de la tristeza. (Desde la época de los griegos clásicos cada tonalidad tenía un "color" y un "estado de ánimo" específicos).
Si bien la vida de Mozart es toda una leyenda con muchos mitos, quizá el más conocido es el de su famoso Requiem. Este genial compositor tan solo vivió 35 años y la muerte lo sorprendió precisamente cuando escribía un Requiem, "su" Requiem. Este joven compositor poco tiempo antes de morir recibió una extraña visita: un desconocido, vestido de gris oscuro y con el rostro cubierto tocó a la puerta de su apartamento para encargarle (pagándole por adelantado) una Misa de Requiem. No mencionó para quién ni tampoco quién era la persona que se la encargaba. Mozart se sintió muy extraño no solo por la forma en que recibió el encargo, sino también por encontrarse mal de salud y al estar muy conectado con la masonería, sintió que era un presagio de su muerte. Comenzó a escribirla pero en ese momento le encargaron una ópera, "La Clemencia de Tito" con motivo de la coronación de Leopoldo II. Cuando Mozart y Constanze (su esposa) subían al carruaje que los llevaría a Praga para tal celebración, se apareció el misterioso emisario para pedir cuentas del encargo y eso sobrecogió mucho a Wolfgang. Estando en Praga comenzó el deterioro de su salud. Regresó a Viena para estrenar La Flauta Mágica y pocos meses después fallecer, según sus propias palabras, envenenado.
El Requiem no fue terminado por él y fue un discípulo suyo bajo el encargo de Constanze y los bocetos de Mozart que esta obra pudo ser estrenada en 1792.
La obra consta de 14 movimientos en 7 secciones litúrgicas.
El último movimiento de la 3a sección es precisamente la que a continuación recomendamos: Lacrimosa
(Esta versión también nos sirve para recordar que el día de ayer Herbert Von Karajan, director en este video, hubiera cumplido 114 años)
Lacrimosa Lacrimosa dies illa Qua resurget ex favilla Judicandus homo reus. Huic ergo parce, Deus Pie Jesu Domine Dona eis requiem, Amen
Si alguien desea escuchar/ver la obra completa: