Ernesto y su furia

Háblame de él, lluvia...
Despierta las furias que hoy veo en la tormenta.


La adrenalina.
los vientos de más de 120 kilómetros por hora...



La calma del ojo del huracán.


Y al tenerte así, en  absoluto estado salvaje, 
afiebrada de pasiones que nadie calmará hasta que te esfumes...


Dime... ¿le temes en realidad al sol?

¿Apagará tu impetu el fuego de los siglos? 

¿O seguirás esperando?