El piano

En un lugar cualquiera, una mujer común, un salón con una decoración usual, un piano y algunas mesas con personas ordinarias y charlas casuales.


Una copa de vino en la mano, un cuaderno y un lápiz, ambos blancos, nada que dibujar. Ella va por su segunda copa de vino buscando en el fondo del cristal, algo que pintar.

Una sombra oscura pasa a su lado, levanta su vista y la dirige al piano, por algún motivo sabe que hacia allá tiene que mirar. 

Lo ve sentarse sin reparar en el murmullo general, sólo puede sentir los colores de esas teclas, tan intensamente que las hace vibrar.

Lo dulce que suenan esas manos le advierte que se debe levantar, deja olvidados su cuaderno, su lápiz y su segunda copa de vino. Se le acerca por la espalda y se detiene justo a un roce de distancia, no quiere se aparte de la melodía pero está segura que quiere permanecer cerca.


Ella va siguiendo sus impulsos, después de todo, fueron los que la llevaron hasta ese lugar cualquiera. Espera la cadencia que le marque el tiempo de hacerse notar. Sonríe, imagina sus ojos por sus manos, por lo claridad de sus dedos, por su música. 

Fue justo ese acorde el que necesitaba escuchar para saber que debía de vestir sus hombros con sus manos y a su oído ocuparlo con un "¡¡Acá estoy!! ¡¡Ya llegué!!" susurrado.

Sólo desalojó, por un momento, una de sus manos del piano y sin girar la cabeza, la colocó sobre una de las manos de ella. Nada dijo, sólo la volvió a nombrar con su música y también sonrío.

Fue un profundo suspiro de ambos, sobre la superficie seguían las charlas casuales, pero en lo más abisal, sólo estaban ellos reencontrándose, sin verse, detrás de un piano.

de:
She@Dibujauncorazon