El Reinado del Rey Idiota...

Había una vez, en un centrado país de las Américas, un parque jurásico dónde se las habían ingeniado para mantener vivo a depredadores prehistóricos descerebrados... el Reino, al remitir a las bestias  a un "limitado" parque, vivía con la creencia de que los animalejos estaban bajo control, cuando en realidad, en su inframundo, reinaban las fuerzas de criminales arteros que iban de la A a la Zeta en sus dominios y más allá...

Como siempre nos ha enseñado Hollywood y la TV, es malo subestimar el poder virulento de los monstruos, porque en un descuido, pasan por encima de los buenos, los destazan y se adueñan de todo.

Y así fue, en esta historia de terror, nada sale mal, hasta que sale mal, y algo se sale de las manos. Inteligentemente, los dinos y sus progenie "mutaron" a ser gente bonita. (Que conste, sólo por fuera, por dentro, siguen con su pequeño y mezquino cerebro de reptil: ataca, congélate, escóndete o huye.)

Y... ¡Ah... todos somos vulnerables ante la gente bonita!
¡Tienen una magia especial!

 Nos hacen querer rodearnos de ellos - ellas. Lo plástico tiene su magia. El plan se gestó con tiempo para la conquista jurásica de México.

Así surgió y se cuajó la idea del "rey idiota". Chico guapo, estúpido, ávido lector del teleprompter. Mucho maquillaje, una familia hermosa armada por una actricilla de cuarta, hoy apodada "la gaviota de las vulcanizadoras", y una "prole" ignorante y elitista.

No todos se tragaron el cuento. Curiosamente las almas jóvenes fueron las primeras en revelarse, en verse inmunes y pensantes al encanto de la belleza de la propuesta de la nueva familia idiota de la realeza mexicana.

En la ley de Murphy, todo lo que puede fallar, falla, en México, todo fraude que se pueda cometer en unas elecciones, se comete... (Total, de aquí a que se prueba, ya quien lo efectuó está en el poder, y no queda más que rumiarlo...). Tragarse al rey idiota o revolución. Porque ¡ay de aquel que se atreva a cuestionar  un proceso revolcado y lleno de lodo!

El caso es que esta vez, el infalible sistema de la democracia falló, liberando a los depredadores prehistóricos de cara bonita: múltiples tácticas engañabobos, antes, durante y después del día cero. El día que México quedó de luto.

Hoy el rey idiota se yergue como triunfante depredador de los borregos que se encaminan al matadero... eso sí, con sus recién estrenadas estufas, con sus despensas que seguro, a estas alturas ya se comieron, y con sus bolsas de cemento... los súbditos idiotas no se dan cuenta que al coronar a este rey, están colocando el cemento en sus propios pies, debajo del mar...

Un rey Idiota, para los súbditos idiotas, en un reinado idiota.

 Pero habemos algunos, muchos, que nos resistimos a aceptar la NO DEMOCRACIA como dogma de fe.

En este centrado país de las Américas, ahora lo que está bien, es aceptar al Rey Idiota y sus consecuencias. La ironía es que... hoy los patos le tiran a las escopetas.



¡En el mundo alrevés, el más idiota es Rey!


... esta historia continuará...