Sabines, no soy un amoroso...

No soy un amoroso...


lo son, las demás, de las que bebo.

Te alejo quizás porque tocas el alma

y no quiero, no sé, no debo...

¿O si...? Decisiones al viento que acurrucan al alma.


Te he dicho que no envidio,

que no peno, que no sussurro.

No miento pero en momentos oscuros, tus encuentros en la piel, imaginarios,

me arropan, me encelan, me hacen vivir la propia muerte,

del que no siente, del que extraña

de esa piel silente que vive disfrazada

sin ti, sin miedo, sin amor, sin juego...



No soy un amoroso... lo juro.

Soy tu amigo.

Soy tu infante, soy tu guerrero, tu dios y demonio.

Soy tu amante, tu niño, tu imaginación idílica... tu alma y tu encuentro...



o no soy nadie,

soy letras,

soy sólo espacio en el teclado, que al leerte... te vive.


                          ...Atemporalmente,  El extranjero.